Cita con Tourette
poema de Penélope
Ya por fin me decidí a consultar
una de esas oficinas de citas,
Por si tenían a alguien para mí
Con quien pasar el resto de mi vida.
Ya eso es mucho esperar, la señora me dijo
“tengo aquí a un par que seguro que te van a gustar”.
Le eché un vistazo al perfil y me puse a mil!
Había un moreno que estaba muy bueno
y sin pensármelo más, a él lo escogí.
La cita se arregló en un bar nuevo,
Me puse mi vestido rojo y fui para allí.
Tan solo de entrar ya lo reconocí.
Me sonrió con gracia y sus palabras fueron:
“ cirrosis, psicosis, miopía, diarrea…. ”!
Me quedo de piedra y le digo “Hola soy Bea”.
Al darle la mano me pone una mueca
que parecía que en el pantalón se había cagado.
“Me llamo Sergio y tengo un problema…
Cuando me excito la Tourette me pega…”.
A mí eso de Tourette me suena a ciclismo
Y él me dice que no, que no es lo mismo
Que son impulsos incontrolables
Tics y espasmos que te sobrevienen
Y la gente te mira como si fueras un Alien!
“ gonorrea, hemorroides…”.
¡Le salen los insultos por los codos!
Casi me escupe con su euforia
Parece invadido por un sambenito
Y yo que en mi vida me había topado
¡Con nada ni nadie parecido!
“joder, jodida, jódete, joderemos…
Pero puedo seguir una conversación”.
Me ha conjugado el verbo joder
mira si sabe el muy pillo!
Que eso a lo que él llama impulsos
Ya no quiero ni imaginarme
en qué se convierten cuando estás en el lío!
Por fin el camarero se acerca y me mira,
Me parece que se ha dado cuenta,
de que no estoy en mi salsa.
Y cuando iba a pedirle un martini doble
para quitarme el estrés de encima,
Me dice en voz baja:
Se encuentra en el Bar de la Tourette:
Bienvenida!.
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